4 de enero de 2011

Teoría de TNT.

Mi teoría es que la teoría de TNT de que las cosas que pasan en la vida pasan en las películas de su canal es totalmente desacertada.
Hete aquí mis argumentos.


1. Ingesta de porciones de torta de más que se alojan en el abdomen, glúteos y laterales. 
2. Diarrea nerviosa exacerbada con el sonido del chico tocando el timbre.
3. Forúnculos de último momento indelebles a cualquier base. 
4. Depilación parcial vía gillette de la pierna para poder ponerme un vestido porque hace tanto calor que un pantalón me delataría.
5. Comida entre los dientes que no causa ninguna gracia ni genera un contexto juguetón propicio para un beso.
6. Pelea de juguete con el chico ante la cuenta que trae el mozo por ver quién paga como si por hacerlo te convirtieras en Mayor del lugar o algo.

Y,

7. Chico que acepta un aporte del 35% del total porque finge creer que con eso la chica se queda contenta, como si ella hubiese tenido realmente la intención de pagar.
8. Llegar a casa y ponerme a mirar la tele como si nunca hubiese pasado la cita que acabo de tener.

Estas cosas pasan en mi vida. Pasan en mis citas. Pero no pasan en TNT.

2 de enero de 2011

Teoría de las comedias románticas.

Listas de canciones para determinados momentos. Esa es una de las tantas cosas que las comedias románticas me dejaron. Y esto para no adelantarme a mi teoría de que en realidad arruinaron mi entero universo emocional.
Volviendo a lo de las canciones. Ipod – Música – Listas de Reproducción:

Reordenando el Living: después de una ruptura amorosa, mi primera tendencia es al reencuentro conmigo misma a través de un cambio que, en el 97% de los casos, impacta negativamente a los ojos de todo el mundo. Me rebano la cabeza, pinto cubos, desabastezco algún Farmacity o me pongo una pollera que directamente no se ve con la idea de que me vean a mí; el punto es que necesito mutar para sentirme otra mujer, una despojada de todo lo que tenga que ver con el infeliz que me hizo esto.
En general, esta lista está asociada a esos momentos en las películas donde las amigas ayudan a la protagonista a reordenar su casa, riéndose al mover un sillón de cuatro cuerpos (porque siempre tienen casas inmensas y divinas con muchos muebles para poder cambiarlos de lugar una y otra vez, yo en cambio vivo en 35 metros y mis variantes se reducen a como está ahora y al revés de como está ahora).
Bueno, resumiendo: http://youtu.be/4m1EFMoRFvY

Claro que esta no es la única lista, también van a encontrar “Después de Bañarme” y “Mal Clima”. Pero sería ingrato de mi parte no dedicarle una entrada a cada una.
Lo importante es que ahora saben. No nacimos así, somos la culpa de la educación de un género.

29 de diciembre de 2010

Teoría de las opiniones.

Estoy total y absolutamente convencida de que si bien nos queremos más que a los demás, nos importan más sus opiniones que las nuestras. Supongo que es porque son opiniones parciales, porque los demás no nos quieren como nos queremos a nosotros mismos. Me pregunto, incluso, quién sería yo si no fuese porque hay otro para mirarme y opinar. Hace poco tuve un episodio en terapia:

- Bueno, no sé qué más contarte. ¿Qué pensás?
-¿De qué?
- No sé, de todo lo que te conté. De mí.
- Pienso que es muy prematuro para pensar algo. Más adelante, con más encuentros, te voy a decir lo que pienso.
- Lo que pasa es que si te tomás tu tiempo para pensar qué pensás de mí, para el momento en que me digas tu opinión, va a ser una muy absoluta. No voy a poder refutarte nada porque todo va a cerrar herméticamente. No quiero saber tu opinión perfecta, quiero saber tu opinión instintiva. La de la primera impresión.
- ¿Y por qué pensás que vas a querer refutarme lo que opine sobre vos?

Silencio.

- Porque vas a tener razón.

Silencio.

-¿Dejamos acá?

Siempre me la termina con esa clásica pregunta que se recibe más como un desgarro anal que como una propuesta. 

28 de diciembre de 2010

Teoría de la Mirada Penetrante y Profunda.

Te quiero, le dije. Y él me aplicó la técnica de MPP o Mirada Penetrante y Profunda.
Hilemos fino. MPP es una mirada masculina que data de toda la vida y que la mujer instintivamente (nadie habla de este instinto, pero viene incorporado en la vagina) traduce a "me miró con cara de..." seguido de un párrafo con contenido emotivo pegajoso más conocido como "de cosas lindas", que la mujer atribuye a una discapacidad verbal en un área del cerebro que tiene que ver con la expresión sentimental. Ejemplifique: “le dije que lo quiero y me miró con cara de que él también, de que me extraña todos los días, que me mira el Facebook y no le gustó nada que me comenten la foto en bikini, no sé cómo explicarte, pero me miró y yo no necesité más nada, es obvio que a él le pasa lo mismo que a mí.”
¿Por qué somos tan ingenuas de rellenar sus vacíos con todo lo que nos gustaría escuchar? El tipo no te quiso decir que él también, punto. No hay nada para entrever. El mundo masculino no connota -y ahora más de uno debe estar en la duda de si connotar era el que lo dice directo o ese era denotar-.
Encima, algunos, los más audaces, la hacen premium y le introducen el plus Beso Seguro post mirada. Beso que se interpreta como un sello de todo lo que se descubrió en MPP, como una rúbrica, una confirmación: “sí, siento todo eso que vos pensás que siento pero soy tan incapaz de manifestarme porque tuve una mamá sobreprotectora que este es mi único canal de transmisión. Pd: es increíble cómo nos entendemos”.
Así que al final yo le dije te quiero y él, con esa mirada sostenida, lo convirtió en un te quiero retórico, dejando que me ilusione en base a mis propias ilusiones, dejando que lo imagine en mi mesa de navidad, riendo con esas carcajadas que incluyen tirar la cabeza para atrás y golpear la mesa o la pierna con la palma de la mano como pidiéndole pido a la diversión.
Qué injusto todo.